domingo, 9 de marzo de 2008

Noche a la sombra en Cracovia

En ese momento...

Y aquí un relato narrado por el Gomis en una situación un tanto peculiar que le ocurrió junto a su fiel amigo Toñin en un lugar de Polonia, sin duda una historia conocida por muchos pero que no se puede dejar de leer, otro momento que nos comparten y nos hace disfrutar.

Debíamos andar por nuestro séptimo año de carrera cuando todo comenzó a gestarse, hartos de aguantar a padres y profesores, quiso el destino que nuestro errante caminar por la universidad (debido a un par de canutos mañaneros en ayunas) nos condujese a un cartel en el que aparecían los nuevos destinos de las becas erasmus que la UCLM ofertaba, leímos uno tras otro lugares conocidos pero que no acababan de excitar nuestros adormecidos sentidos, Londres, Paris, Lyón, Milán, Lisboa... etc., y a punto estábamos de largarnos al Coto a ver a nuestro amado tabernero Ralfi, no sin antes echar un poco mas de humo, cuando nuestros ojos leyeron algo impronunciable: RZESZOW (POLONIA) una sola mirada nos basto para decidirnos, esta era la clase de aventura que anhelábamos y que no vivíamos desde que juntos hiciéramos el ínter raíl unos años antes.
Rellenamos impresos, formularios y demás papeleos y unos meses después salieron los resultados:

· Beca nº1 Rzeszow – Fernando Gomis
· Beca nº2 Rzeszow – Antonio Martín

Premio!! Nos íbamos de orgasmus ¡!!

Y allí partimos como Alfredo Landa y Paco Martínez Soria, con un gorrino hecho lonchas en la maleta y un queso manchego como la rueda del Seat Panda del Canijo, no fuese a ser que allí comiesen gatos, cuervos, comadrejas o vete tu a saber.

Tras penurias y dificultades varias derivadas del idioma (pedíamos leche en las tiendas diciendo Muuuuuuuuuuuuuuu) y un par de borracheras de las que te hacen cagar magma al día siguiente, decidimos organizarnos y huimos del cuchitril donde nos alojo la Uniwersytet Rzezowski y nos alquilamos un pisito mucho mas acorde con nuestros aires de señorito manchego.

Los siguientes pasos a dar eran sencillos y claros: encontramos un vendedor, compramos una tele de 24 pulgadas, enchufamos mi Play 2 y la Xbox del Toñin y nos dispusimos a sobrevivir al invierno polaco. Éramos felices, vivíamos como millonarios, éramos los primeros erasmus que pisaban aquella universidad, teníamos 2 horas de clase a la semana, un taxista (nuestro querido Stanislaw 3 pies) contratao a jornada completa, las cervezas se enfriaban en la terraza a mas velocidad de la que podíamos bebérnoslas... el paraíso.

En esas estábamos delante de la tele viendo eurosport, pues era el único puto canal que podíamos entender, discutiendo fumaos como conejas, intentando descifrar las reglas del curling (ese maravilloso deporte en el que hay que fregar el suelo de hielo) cuando comenzó la temporada de saltos de esquí en la primera prueba del mundial, celebrada en Noruega, el polaco Adam Mawisz, apodado el Mostacho Volador “The Flaying Moustache”, se llevo el gato al agua con un salto de 140 metros, para nuestro asombro, también gano la segunda prueba, y en la tercera ya éramos fans incondicionales suyos. Comentamos nuestra creciente afición por los saltos con nuestro taxista y nuestros amigos polacos Pablito (rebautizado por nosostros debido a la imposibilidad de pronunciar su nombre) y Roberto, y averiguamos que una de las pruebas del campeonato del mundo se celebraba en Polonia, en Zakopane, a unos 400 km. de donde vivíamos, algunas semanas después, estudiamos la ruta, nos pertrechamos de ropa de abrigo, productos herbáceos, y nandrolona maligna y nos dispusimos a esperar el tan ansiado evento...

Por fin llego el día, compramos bien de latas de cerveza en el Articuly Alcoholowy que había al lado de casa y a cuyo dueño le pagamos al universidad de sus 6 hijos con lo que nos gastamos allí aquel año, y montamos en el tren que hacia la ruta Rzeszow-Krakow (150 km en 4 horas). Nos hidratamos bien el piloro durante el viaje y algún grelo también cayo, arrancamos de recuerdo los ceniceros de nuestro compartimento y ya afectados desembarcamos en Cracovia un viernes como a las 7 u 8 de la tarde. allí y tras estudiar detenidamente con una mezcla del instinto y astucia un panel en polaco lleno de horarios y nombres de pueblos, arguciamos que nuestro tren a Zakopane salía a las 7 de la mañana del sábado, lo que nos dejaba 12 horas libres por delante en Cracovia con dinero, nandrolona y ganas de juerga. Una amable viejecilla se ofreció a alquilarnos una habitación en su casa pero preferimos empalmar. Yo ya conocía Cracovia de un fin de semana anterior así que le enseñe a Toñín uno por uno todos lo bares que me habían gustado, luego los que no me habían gustado y luego los que me la habían sudao, bebimos, fumamos, bebimos mas, bailamos con un equipo de negras de la WNBA (jurao), fumamos mas, lingarteamos, vomitamos y volvimos a empezar, en resumen, les enseñamos a los polacos como nos las gastamos los de Ciudad Real.
En esto a alguno le dio un ataque de astucia y miro un reloj, ya era de día y casi la hora del tren así que nos encaminamos a la estación, el anden estaba casi vacío pero había un grupo de polacos que iban también a ver los saltos así que intentamos entablar conversación sin conseguirlo, pero logrando a cambio una latuela de cerveza y una trompeta futbolera con la que animar al Mostacho Volador, en esas estábamos echándonos un cigarro yo cerveza en mano y Toñin trompeta en boca cuando aparecieron dos maderos como dos pianos de grandes vestidos en plan Robocop, sin dudarlo un segundo se encaminaron hacia nosotros y me empezaron a preguntar algo en polaco, yo no entendía una puta mierda así que empecé a balbucear que si Adam Mawisz, que si The Flying Moustache y lo que se me ocurría, el Toñin sin embargo fue mucho mas conciso y contesto con un trompetazo en la oreja al madero que creo recordar que no le entusiasmo mucho. La tensión iba creciendo mientras Toñin y yo hacíamos aspavientos ya practicados imitando la posturita rara que adoptan los saltadores cuando despegan de la rampa, todo esto sin dejar de partirnos el culo, el madero que la había tomao conmigo empezó a señalarme al cerveza que tenia en la mano y ya estaba serio que te cagas así que saque la cartera para enseñarle el pasaporte, le echo un ojo y sacando un boli y un papel escribió 100 zl osease 100 zlotis (25 euros) yo pasaba de que me sacasen la pasta así que abrí la cartera y se la enseñe, vacía total, aunque tenia dinero en el bolsillo, pero el hijoputa me señalaba la tarjeta de crédito y me medio empujaba al cajero, yo decía que nie, nie, nie (no, no, no) y el Toñin se arrancaba con otro solo de trompeta así que viendo que éramos indomables manchegos me retorció un brazo ante nuestro asombro y comenzó a arrastrarme fuera de la estación, no se si seria por el ciclón que llevábamos en la cabeza o por lo irreal de la situación pero no nos creíamos mucho lo que estaba pasando y seguíamos partiéndonos el culo aunque ya no tanto, salimos de la estación y me encaminaron hacia una lechera donde cual fue nuestra sorpresa no dejaron entrar al Toñin que insistía en ser detenido para no separarnos, pues hacia ya como 3 ó 4 meses en que la distancia máxima entre ambos no había superado los 10 ó 12 metros, empezábamos a tener miedo, miedo polaco, por lo menos yo que estaba encerrao en la lechera y veía al Toñin con la trompeta y mi cerveza alejarse por el ventanuco con rejas de la puta furgoneta, el viajecillo duro como 15 minutos en los cuales no me dirigieron la palabra y en los que yo desvariaba planeando mi fuga y pensando en apelar a la embajada, la onu y hasta al Papa Karol Woljtila. Por fin llegamos a nuestro destino y cual fue mi sorpresa al ver bajarse de un taxi que llegaba derrapando a mi fiel Toñin, por lo visto un taxista de la estación había asistido a toda la operación y cuando se me llevaban insto al Toñin a meterse en su taxi donde le medio consiguió explicar que me llevaban a una especie de cárcel para borrachos y que el sabia donde era, además le dijo que yo intentase sobornar a los carceleros. Entramos en aquel garito como a las 7.30 de la mañana, había una especie de recepción y una tía y como dos enfermeros en bata blanca, una puerta que daba a algún tipo de despacho y un pasillo largo y lúgubre con el suelo pintado de pintura plástica verde lleno de celdas desde las que llegaban como lamentos femeninos, acojonaba regular tirando a mucho. Todo el sitio olía a una mezcla de meaos, alcochol y desinfectante. Me guarde un billete gordo en el calcetín para intentar sobornar. Los maderos hablaban con la fulana de la recepción y rellenaban hojas, mientras los dos enfermeros traían por el pasillo a un viejete en calzoncillos con la nariz roja como un pimiento choricero que tenia una mierda que no se sostenía, el Toñin y yo nos miramos y nos reímos, diez minutos después estaba yo en calzoncillos y ya no nos reíamos nada de nada, allí tampoco hablaban ingles, la enfermera me hizo soplar en un etilo metro, no recuerdo cuanto di, pero el numero tenia tres cifras así que en mi línea, mientras tanto el madero que se había encariñado conmigo registraba mis cosas bajo la atenta mirada del Toñin, y encontraba el cenicero del tren, nos gruño algo que entendimos como VANDALS ¡!! Y agarrándome del brazo habitual me llevo pasillo adelante mientras yo protestaba y veía como el Toñin se acomodaba para pasar la noche en un banco de la recepción, proteste una ultima vez mientras un enfermero abría la celda numero 4 y el madero me empujaba dentro, oí el click de la puerta al cerrarse y “vuala” El Gomis enchironado en Cracovia.

Inspeccione la celda por dentro, un camastro con un edredoncillo, un ventanuco alto al que no llegaba, un numero 4 grande pintado en la pared y un timbre... llame, apareció el careto de uno de los enfermeros por una trampilla de mi puerta, que debía haber visto que me llamaba Fernando y desde ese momento me llamo Morientes todo el puto día, no sabia que decirle en polaco así que le dije woda (agua) y me trajo un vasillo de plástico de agua que introdujo por la trampilla y desapareció, di un par de vueltas por la celda como un león enjaulado y volví a llamar, trampilla, careto, Morientes? Hice el gesto de que me meaba y me abrió y me acompaño al meadero, sin puerta para poder controlarme mientras meaba. Creo que al tío le caía bien porque no paraba de hablarme y de partirse el culo, de vuelta a la celda se seguían oyendo los lamentos... timbre, trampilla, careto, Morientes? Le enseñe el billete y le dije Morientes go? Free? A lo que contesto con un “nie” y volvió a cerrar. A estas alturas empezaba a aceptar mi situación y debían ser como las 8.30 cuando se abrió la trampilla y el enfermero me dio una nota escrita en un post-it por o bien un niño de tres años o por alguien que se había bebido dos botellas de
vodka, ponía:

Querido amigo
Fernando, te van a tener aquí 12 horas

por borracho, no me dejan dormir aquí

así que me voy a casa dela vieja de la estación,

ulicja pzodrozenoia 13 2º b...
.....................................................................................
tu amigo Toñin.



Al pobre se le acababa el post-it y no le daban otro, leí la nota 12 veces, me la guarde en el calcetín como si fuera mi tesoro mas preciado (de hecho todavía debo tenerla en alguna parte). Llame al timbre, pedí mas agua y pensé, igual me acuesto un ratillo, me arrope y me quede esnucao, no tenia reloj así que cuando abrí un ojo con la lengua mas seca que una zapatilla de andar por casa llame al timbre y esta vez me dieron agua y me sacaron a soplar el etilo metro, eran las 13.30 de la mañana y di 0.6 pregunte, go? Respuesta “nie” y pa la celda, coscorrón de otro par de horas, soplada y 0.35, go? “nie” intento de soborno, “nie”. Ya estaba hasta la polla de estar allí así que en una hora volví a llamar, 0.2 pero esta vez mi amiguete me hizo gestos como de espera, espera, saco un brebaje rosa de un armario, me indico que me enjuagase y ... magia... 0.0 era libre!!!

Me dieron mi ropa y mis apechusques, la enfermera del nuevo turno sabia ingles y el doctorzucho que había por allí también, intente una pequeña y ridícula venganza diciéndoles: “very good hotel, breakfast included? Se rieron pero no por que les hiciera gracia, si no por que me tenían guardada la ultima, jejeje. Buscaba mi móvil para llamar rápidamente al Toñin y no lo encontraba..., por eso se reían aquellos dos hijos de puta, me explicaron que me no me daban el móvil porque dormir allí costaba dinero 265 zlotis (66 euros) ole sus cojones, como un hotel de 5 estrellas, yo creo que pague por todos los que había allí aquella noche, sopese el dejar el móvil, pero no podría encontrar al Toñin, así que me llamaron a un taxi que me llevo a un cajero y volví a la cárcel a por el móvil.

Me despedí amablemente como a las 17.30 con un “me cago en vuestras putas madres y en todos vuestros muertos” y llame al Toñin, estaba dando vueltas por Cracovia en busca de la embajada española, estaba la ostia preocupado pues no sabia si me habían enviolao o si había alguien mas en mi celda o lo que sea... eso es un colega, quedamos en la plaza mayor de Cracovia y el tío me había comprado hasta un regalo para que se me pasase el disgusto.

Nos comimos el filete mas grande que servían en un restaurante de la misma plaza regado con un par de birras y nos fuimos pa la estación pues había una final de saltos que ver, el tren salía como a las 2 de la mañana y nos dejaba allí a las 6, esta vez no cometimos el error y dormimos un poco en casa de la vieja, nos fuimos sin pagar por que no nos atrevíamos a despertarla, llegamos a la sierra, compramos las entradas en la reventa, bebimos vino caliente de las montañas y vodka a palo seco de la botella con los lugareños, comimos salchichas con chucrout y el bigote volador gano con dos saltos de 140 y 145 metros.

Felices y agotados volvimos como pudimos a nuestro pueblo sin más incidentes. Tras enseñarles a Pablito y a Roberto (nuestros colegas polacos) la denuncia de los maderos de la cual me dieron copia esta decía:
“descubrimos al detenido borracho y fumando en el anden de la estación de tren de Cracovia, intentamos que pagase la multa correspondiente de 100 zlotis por beber y fumar en una estación, se negó de malos modos y temiendo por su vida pues se tambaleaba peligrosamente hacia las vías no tuvimos mas remedio que detenerle y bla, bla, bla.....”

Valientes hijos de puta.

By Gomis.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Cumpleaños en Vicalvaro

En ese momento...










































































































































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